Hasta cuando pierdes una final hay héroes.

A los 14 años se crean héroes. Esos que te acompañarán toda la vida, de quienes nunca olvidarás sus hazañas. Aún más si las consiguen en el césped, jugando al futbol, vestidos con los colores que idolatras. Incluso, emergen, aunque los veas perder un campeonato, y el dolor no te impide reconocer que ellos, tus héroes, como siempre dejaron todo, lo intentaron todo, pero que esta vez no les alcanzó para que a los 14 años digas que eres campeón. E n 1981, el Atlante era un equipo de ensueño. Una mezcla perfecta de jugadores identificados con la mística del equipo y con estrellas del futbol mexicano de inicios de los maravillosos años ochenta. Era un orgullo ver a Alejandro Ramírez , el Bonavena , con el gafete de capitán: comandaba a los del campo y a los de las tribunas, con él nos sentíamos fuertes. Era mágico ver a José Luis González , el Calaca II , con esas escuálidas piernas mágicas donde se reconocía perfectamente el futbol de los Prietitos de los años veinte. Era espe...